Los SSP permiten asociar en una misma
área el cultivo arbóreo con la actividad pecuaria. El

componente arbóreo puede producir madera, fo-
rraje, frutos, otros productos industriales y servicios

ambientales (conservación del suelo, ciclaje de nu-
trientes, sombra), mientras que la actividad gana-
dera (carne, leche o lana) mejora los ingresos del

sistema productivo (Alonso 2004).

Además, los SSP contribuyen en la cap-
tura de carbono (CO2), la generación de menores

emisiones de óxido nitroso (N2O) y la mitigación

de la emisión de gas metano (CH4) por los rumian-
tes. Todos estos gases son responsables del calen-
tamiento de la atmósfera global (efecto invernade-
ro) (Pedreira et al. 2013).

La mayoría de los sistemas de producción

animal, tanto en el trópico como en clima templa-
do-frío, se basan en el uso de especies forrajeras

(gramíneas y/o leguminosas) en monocultivos y en

muchas oportunidades sin la debida rotación de cul-
tivos (Ramírez et al. 2005). Esta situación acelera la

degradación de las pasturas y con ella, se afecta la
estabilidad y fertilidad de los suelos.
Sin embargo, el resultado es muy diferente
productivo, social y ambientalmente hablando, si se

considerara a la ganadería como una actividad que in-
teracciona con la forestal y, gracias a eso, se potencia-
lizan los recursos económicos, materiales y humanos

con principios de manejo sustentables, interactuando
con los árboles y arbustos en diferentes modalidades
de los SSP (Palma, 2005 y Casasola et al. 2009).
Restauración de suelos degradados
Estudios realizados en Panamá, en suelos
ácidos (pH = 4.6), muestran que la integración de

Acacia mangium en pasturas con Brachiaria humi-
dícola, contribuyó al mejoramiento de la calidad del

forraje de la gramínea y en el aumento del contenido

de fósforo y nitrógeno del suelo, cuando se compa-
ró con el monocultivo de B. humidícola. Durante la

época lluviosa, la presencia de la fauna del suelo, en
especial de las lombrices, fue más alta en suelos con
240 árboles/ha de A. mangium (Velasco 1998).
De acuerdo con este autor un SSP con A.
mangium logró incrementar la materia orgánica, en
forma significativa, en solo cinco años de pastoreo y
la simbiosis de este árbol con los hongos micorrízicos
puede determinar este proceso. Estos sistemas, en
comparación con pastos puros de gramíneas suelen

conservar mejor la materia orgánica en los suelos, es-
pecialmente en suelos ácidos y pobres en nutrientes.

Por otro lado, las interacciones benéficas

que se pudieran presentar con la presencia de los árbo-
les y arbustos de leguminosas en los sistemas de pas-
toreo se traducen, también, en el aumento del reciclaje

de nutrientes por el retorno al suelo de hojas, frutas,
ramas, heces y orina, derivado fundamentalmente por
el incremento de la actividad biológica del suelo.
Alonso (2004) señaló que la macrofauna

del suelo en un sistema silvopastoril leucaena-gui-
nea, se estabilizó en el tiempo con predominio de

anélidos o lombrices que con su actividad favore-
cieron la aeración del suelo y aceleran la descom-
posición de la hojarasca.

Según Lok (2006) los árboles en SSP,
cumplen funciones ecológicas de protección del
suelo, disminuyen los efectos directos del sol, el
agua y el viento. También pueden modificar las
características físicas del suelo como su estructura
(por la adición de hojarasca, raíces y tallos) e incre
mentan los valores de materia orgánica, la capa-
cidad de intercambio catiónico y la disponibilidad

de N, P y K (Betancourt et al. 2005).

Otros estudios señalan mejor aprovecha-
miento de los nutriente del suelo y mayor disponibili-
dad del pasto cuando éstos se encontraron asociados

a especies arbóreas, debido a la mejora de la fertilidad
del suelo y a las condiciones de sombra que se crean
en el agroecosistema (Hernández y Sanchez 2006).
Por otro lado, el efecto de los árboles en la

fertilidad del suelo no solo se debe esperar en las ca-
pas superficiales, sino que esto puede ocurrir en ca-
pas más profunda en la medida que el tiempo de ex-
plotación del sistema aumenta. Carvalho et al. (2003)

señalaron este fenómeno al estudiar un silvopastoreo
de Acacia mangium y Brachiaria decumbens.
Mejoramiento de los recursos hídricos

Entre los resultados benéficos de los siste-
mas con árboles (Ríos et al., 2007) están el mejora-
miento de las micro presas al facilitar la infiltración

del agua y la recarga de los acuíferos. Sin embargo,
el servicio ambiental hídrico es de todos los servicios
ambientales el menos estudiado (Beer et al. 2003).
Algunos estudios señalan que durante una
temporada seca severa en Brasil, la disponibilidad de
agua a una profundidad de 2 – 8 m disminuyó de

380 mm en el bosque a 310 mm en la pastura de-
gradada. La disminución en la disponibilidad de agua

en el suelo de la pastura degradada significa que el
ecosistema almacena menos precipitación respecto
al bosque y existe menor filtración a los acuíferos o
escorrentía sub-superficial a los arroyos en la época
lluviosa. Al final de la época seca el bosque puede
almacenar adicionalmente 770 mm de agua en los
primeros 8 m del suelo comparados con los 400 mm
en la pastura, lo cual significa, que en el paisaje con
dominancia de pasturas la escasez de agua puede
convertirse en un punto crítico especialmente en las
regiones áridas o semiáridas (Nepstad et al. 2002).
Por tales razones, los campos ganaderos
con SSP como árboles dispersos en las pasturas,

bancos forrajeros o cercas vivas, contribuyen a dis-
minuir el impacto de la contaminación de las aguas

(Auquilla, 2005), aumentan su capacidad de reten-
ción en las praderas, ayudan a la infiltración y prote-
gen el suelo, los manantiales y la quebradas.

Otros estudios realizados por el proyecto
GEF-Silvopastoril en Esparza, Costa Rica, muestran
que la escorrentía fue significativamente más alta en
las pasturas degradadas (42%) comparados con los

bancos forrajeros con leñosas perennes (3%), bos-
ques secundarios jóvenes (6%) y las pasturas con

alta densidad de árboles (12%). Esto significa que
los usos de la tierra con alta cobertura arbórea en

las condiciones donde se realizó el estudio son be-
neficiosas para la captura de agua (Ríos et al. 2003).

La implementación de bosques “ripa-
rios”, cerca de ríos, arroyos o tanques de agua,

protegen las fuentes de agua del ganado, mejo-
rando las condiciones biológicas y químicas de la

misma (Cárdenas et. al 2007).
Contribución de los SSP a la
adaptación y mitigación del cambio
climático. Secuestro de carbono y
gases de efecto invernadero

El metano (CH4) es producido por los mi-
croorganismos ruminales durante la fermentación

anaeróbica de los carbohidratos solubles y estruc-
turales consumidos por los rumiantes. Esta situación

hizo que la ganadería esté acusada de contaminar
el medio ambiente. Sin embargo, los rumiantes no
son los culpables sino el sistema de alimentación
que el hombre ha diseñado en las últimas décadas;
fundamentalmente, el monocultivo de gramíneas
mejoradas que fueron seleccionadas para una alta

demanda de fertilizantes químicos y la elevada su-
plementación de cereales, así como los sistemas

extensivos con baja digestibilidad y conversión con
base de gramíneas (Alonso 2004).

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