by Fausto Bermúdez | Mar 22, 2019 | Notas del Ranchero
Vacas adaptadas son aquellas que han sido desarrolladas genéticamente para desenvolverse en su medio ambiente con un aporte mínimo o nulo de insumos por parte del ganadero. En otras palabras, esas vacas son capaces de producir con lo que la naturaleza les ofrece. Debido a su bajo costo de producción, las vacas adaptadas siempre serán sustancialmente más rentables que sus parientes desadaptadas.
Las vacas adaptadas tienen muy bajos requerimientos de mantenimiento, osea, que necesitan muy poca energía para sostener sus necesidades básicas.Debido a este bajo requerimiento para mantenimiento, puedes aumentar la carga animal de tu rancho, lo que aumentará la cantidad de kg y rentabilidad por hectárea.Los requerimientos de mantenimiento deben ser cubiertos para que el animal pueda ganar peso y reproducirse.
Muy pocos ranchos tienen vacas que en realidad caben bien en su medio ambiente. Durante los últimos 40 y algo de años, los productores de becerros han estado persiguiendo ciegamente pesos al destete cada vez más altos, sin preocuparse por la adaptación y rentabilidad. Mientras que los pesos al destete han venido incrementando de manera constante, la rentabilidad ha venido cayendo también de manera constante. Muchos ranchos que fueron creados y desarrollados vendiendo becerros de 160-180 kg, ahora están luchando y quebrando vendiendo becerros de 270 kg. No importa que tan grande es un becerro si no es rentable.Ya que los productores de becerros no tienen vacas adaptadas, se ven forzados a cambiar el medio ambiente de manera artificial (con insumos caros) para que sus vacas puedan desenvolverse. Eso, rápidamente agota toda la utilidad del negocio y el costo de producir un becerro continua aumentando. De acuerdo con el Centro de Información de Comercialización de Ganado (Livestock MarketingInformation Center en Estados Unidos), el costo promedio de producir un becerro ha aumentado de $384 dolares en 2000 a $883 dolares en 2014, eso es más deldoble en 14 años. Esta tendencia seguirá aumentando hasta que cambiemos el tipo de vaca que tenemos.
Producir vacas adaptadas en realidad es muy simple. Primero, necesitas usar toros de bajo mantenimiento y genética adaptada. Segundo, necesitas hacer algunos cambios en tus filosofías de manejo. En lugar de enfocarte en lograr mayores pesos al destete, necesitas enfocarte en incrementar los kg y la rentabilidad por hectárea. Tercero, necesitas exigirle a tus vacas, gradualmente,que produzcan y reproduzcan con cada vez menos insumos. Las vacas que no se vuelvan a preñar en tiempo en estas condiciones más difíciles (menos insumos)deberán descartarse. Esto significa “sobrevive el mejor adaptado”.Todo comienza con tus novillonas de reemplazo. En Pharo Cattle Company,tratamos a nuestras novillonas como las vacas que esperamos que sean. Reciben muy poco en alimento extra o en cuidados especiales. Si una novillona no logra desenvolverse bajo estas condiciones, no la queremos en nuestro hato. Nuestra filosofía es totalmente opuesta a la de los criadores convencionales. La mayoría de criadores, ¿a qué tipo de ambiente están tratando de adaptar su ganado?, a uno con cuidados especiales y alimento ilimitado; ¿esa genética te sirve?
by Fausto Bermúdez | Mar 15, 2019 | Notas del Ranchero
En las últimas décadas hemos tenido esa especie de ilusión de que los
químicos y las corporaciones son las que alimentan al mundo, pero lo que
realmente alimenta el mundo es la tierra, el sol, el agua, la fotosíntesis, los
insectos que polinizan los cultivos, los microorganismos que producen
nutrientes. En segundo lugar, somos las mujeres las que nutrimos ese mundo,
todavía el 70% de la comida procede de los pequeños agricultores. Eso es la
comida real, porque lo que llamamos comida y compramos en los
supermercados es realmente un producto vacío nutricionalmente, tóxico, no es
comida, y no está alimentando al mundo.
La comida ha dejado de ser una fuente de nutrientes y se ha convertido en
un producto, en algo con lo que se especula y se obtiene un beneficio
económico. La comida es el mayor problema de salud que hay en el mundo, y
también es el mayor problema para la salud del planeta. El 75% de las
enfermedades y problemas del planeta y de los problemas de salud de la
humanidad proceden de una agricultura globalizada e industrial. La gran
amenaza para el bienestar del planeta y la salud de sus habitantes es la
agricultura globalizada e industrial y la forma de producir, procesar y distribuir
los alimentos.
Todas las sustancias químicas utilizadas en la industria de la agricultura
provienen de la industria de la guerra. Así que yo no estoy contra el progreso,
sino contra los “cárteles del veneno”, que son las grandes corporaciones que nos
roban las semillas.
La agricultura industrial nos ha bloqueado la mente y nos ha creado la
falsa idea de que solo se pueden cultivar y producir monocultivos en grandes
instalaciones, con modelos intensivos, con uso continuo de química, en vez de
granjas y huertos pequeños, y que son imposibles las actividades agrícolas en las
ciudades. Los alimentos pueden crecer en cualquier lugar donde haya luz del sol
que ayude a la fotosíntesis. Las semillas pueden plantarse en terrazas, en
azoteas, en escuelas o comunidades de vecinos. Cultivar alimentos sanos debería
ser el mayor compromiso como ciudadanos para regenerar el planeta, nuestra
salud y nuestra humanidad.
EXORDIO
En el mes de Abril de 2017, Naturaleza de Derechos, accedió a los controles sobre
frutas, verduras y hortalizas realizados por el SENASA, Servicio Nacional de Sanidad Vegetal y
Calidad Agroalimentaria, entre los años 2011 y 2016.
Tal como se informó en su momento, los resultados de los controles indican la
situación de riesgo de daño alimentario en la que se encuentra la argentina, por la altísima
presencia de agrotóxicos en casi todos los productos alimenticios de consumo directo, o de
materias primas esenciales, como el maíz, trigo y girasol.
Estamos hablando de residuos químicos que son incorporados diariamente al
organismo humano, sobre los cuales la ciencia digna e independiente ha señalado que una
exposición crónica a los mismos, representa una situación de riesgo grave para la salud
humana, dado que en razón de evidencias claras, han sido caracterizados y hasta
determinados, sin objeciones científicas y/o académicas, como agentes cancerígenos,
disruptores endocrinos, genotóxicos, mutagénicos Y teratogénicos.
Casi la totalidad del sistema agroalimentario argentino, está sometido al modelo
productivo impuesto por el Agronegocio, con la aquiescencia del poder político. La agro
industrialización a través de la incorporación de semillas modificadas genéticamente y el uso
masivo de agrotóxicos, tanto para los cultivos extensivos como los intensivos, no está sujeto a
una regulación legislativa en la Argentina.
Efectivamente, en la Argentina, no hay una ley nacional que regule el proceso de
registros, autorización y usos de los agrotóxicos, ya sea para su doméstico, línea jardín o en el
sistema agroalimentario. Tampoco hay una ley sobre bioseguridad y Organismos Vegetales
Genéticamente Modificados (OVGM).
QUE SON LOS DISRUPTORES ENDOCRINOS?
Los disruptores endocrinos son sustancias químicas capaces de alterar el sistema hormonal
(tanto en seres humanos como en animales), responsable de múltiples funciones vitales como el
crecimiento o al desarrollo sexual. Al imitar o alterar el efecto de las hormonas, los disruptores
endocrinos pueden enviar mensajes confusos al organismo ocasionando diversas disfunciones.
Las hormonas, son mediadoras que conectan un órgano mediante señales químicas. Estas
señales químicas pueden ser interferidas, aumentadas o disminuidas por otro compuesto químico que
utiliza o que se instala en su lugar. El problema es que hay consecuencias biológicas de esa
interferencia. Ya sea que el sistema hormonal se ve acentuado con mayor función o resulta que es
deficitario porque las sustancias químicas, los disruptores endocrinos en este caso, bloquean a la
actividad de las hormonas.
La investigación científica de la ciencia digna ha relacionado los disruptores endocrinos con un
amplio número de enfermedades:
1) Salud reproductiva femenina (Pubertad precoz, cáncer de mama, disminución de la
fecundidad/fertilidad).
2) Salud reproductiva masculina (Malformaciones en genitales de bebés, disminución de la
calidad del semen, cáncer de testículo y próstata).
3) Trastornos del metabolismo (obesidad, diabetes).
4) Problemas cardiovasculares.
5) Alteraciones y enfermedades neurológicas (Perturbaciones del desarrollo neurológico y
alteraciones conductuales, como Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad, Autismo, etc, y
enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson).
En relación a los agrotóxicos no hay un disenso científico en cuanto a la determinación que
gran parte de los mismos son disruptores endocrinos.
A igual que los agentes cancerígenos, los disruptores endocrinos actúan a dosis muy bajas y
por bioacumulación, siendo indeterminable el umbral de daño para la salud humana. Se trata de una
contaminación silenciosa, un disruptor endocrino puede permanecer en el organismo activándose
mucho tiempo después. Asimismo su efectos pueden potenciarse por sinergia con otro disruptor
endocrino.
También es importante considerar la situación de las mujeres embarazadas, que constituye un
grupo de riesgo muy alto, frente a los disruptores endocrinos. Si la exposición a una alimentación que
contiene residuos de disruptores endocrinos, se produce durante los primeros estadios de la vida,
caracterizados por una rápida diferenciación celular y organogénesis se expone a estos grupos a
lesiones irreversibles, dando lugar a patologías o enfermedades que no se manifiestan hasta la infancia
o ya de adultos. Por ello, el embarazo, es una etapa de especial vulnerabilidad ante la exposición a
agrotóxicos considerados disruptores endocrinos, ya que el impacto puede ser irreparable. Lo mismo
sucede en relación a los niños, niñas y adolescentes.
by Fausto Bermúdez | Mar 8, 2019 | Notas del Ranchero
El carbono orgánico del suelo (COS) se relaciona con la sustentabilidad de los sistemas
agrícolas afectando las propiedades del suelo relacionadas con el rendimiento sostenido
de los cultivos. El COS se vincula con la cantidad y disponibilidad de nutrientes del suelo,
al aportar elementos como el N cuyo aporte mineral es normalmente deficitario. Además,
al modificar la acidez y la alcalinidad hacia valores cercanos a la neutralidad, el COS
aumenta la solubilidad de varios nutrientes. El COS asociado a la materia orgánica del
suelo proporciona coloides de alta capacidad de intercambio catiónico. Su efecto en las
propiedades físicas se manifiesta mediante la modificación de la estructura y la distribución
del espacio poroso del suelo. La cantidad de COS no solo depende de las condiciones
ambientales locales, sino que es afectada fuertemente por el manejo del suelo. Existen
prácticas de manejo que generan un detrimento del COS en el tiempo, a la vez hay
prácticas que favorecen su acumulación. En este trabajo se discute la relación entre
carbono orgánico, propiedades químicas, físicas, biológicas y el manejo del suelo. Además
se plantean metodologías para estudiar los flujos de CO2 del suelo a la atmósfera.
El carbono orgánico del suelo (COS) es un
componente importante del ciclo global del
C, ocupando un 69,8 % del C orgánico de
la biosfera (FAO, 2001). El suelo puede
actuar como fuente o reservorio de C
dependiendo de su uso y manejo (Lal et al.,
1990, Lal, 1997). Se estima que desde que
se incorporan nuevos suelos a la agricultura
hasta establecer sistemas intensivos de
cultivo se producen pérdidas de COS que
fluctúan entre 30 y 50% del nivel inicial
(Reicosky, 2002). La pérdida de material
húmico de los suelos cultivados es superior
a la tasa de formación de humus de suelos
no perturbados por lo que el suelo, bajo
condiciones de cultivo convencionales, es
una fuente de CO2 para la atmósfera (Kern
y Johnson, 1993, Gifford, 1994, y Reicosky,
2002). Existen prácticas agronómicas que
favorecen la captura de C en el suelo (West
y Post, 2002). La labranza de conservación
(Lal, 1997), que incluye a la cero labranza
(FAO, 2001), es un sistema de manejo de
suelos que tiene una alta capacidad potencial
para secuestrar C en el suelo (Rasmussen
y Parton, 1994, Rosell, 1999).
El carbono orgánico del suelo, COS, afecta
la mayoría de las propiedades químicas,
físicas y biológicas del suelo vinculadas
con su: 1) calidad (Carter, 2002, Wander
et al., 2002), 2) sustentabilidad (Carter,
2002, Acevedo y Martínez, 2003) y 3)
capacidad productiva (Sánchez et al., 2004,
Bauer y Black, 1994) por lo que en un
manejo sustentable, el COS debe mantenerse
o aumentarse. Sin embargo, establecer una
clara relación de dependencia entre el COS
y la productividad del suelo es complejo
(Moreno et al., 1999). Pese a la existencia
de abundante literatura que documenta los
efectos del COS sobre las propiedades del
suelo que favorecen el desarrollo de los
cultivos, existe poca información sobre la
contribución directa de un aumento de COS
en la productividad del suelo.
Eduardo Martínez H.1
, Juan Pablo Fuentes E2
., Edmundo Acevedo H.1
1Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Agronómicas, Departamento de Producción
Agrícola. Laboratorio de relación Suelo-Agua-Planta. Casilla 1004. Santiago de Chile.
Correo electrónico: emartine@uchile.cl
2Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Forestales, Departamento de Silvicultura.
by Fausto Bermúdez | Mar 1, 2019 | Notas del Ranchero
Los SSP permiten asociar en una misma
área el cultivo arbóreo con la actividad pecuaria. El
componente arbóreo puede producir madera, fo-
rraje, frutos, otros productos industriales y servicios
ambientales (conservación del suelo, ciclaje de nu-
trientes, sombra), mientras que la actividad gana-
dera (carne, leche o lana) mejora los ingresos del
sistema productivo (Alonso 2004).
Además, los SSP contribuyen en la cap-
tura de carbono (CO2), la generación de menores
emisiones de óxido nitroso (N2O) y la mitigación
de la emisión de gas metano (CH4) por los rumian-
tes. Todos estos gases son responsables del calen-
tamiento de la atmósfera global (efecto invernade-
ro) (Pedreira et al. 2013).
La mayoría de los sistemas de producción
animal, tanto en el trópico como en clima templa-
do-frío, se basan en el uso de especies forrajeras
(gramíneas y/o leguminosas) en monocultivos y en
muchas oportunidades sin la debida rotación de cul-
tivos (Ramírez et al. 2005). Esta situación acelera la
degradación de las pasturas y con ella, se afecta la
estabilidad y fertilidad de los suelos.
Sin embargo, el resultado es muy diferente
productivo, social y ambientalmente hablando, si se
considerara a la ganadería como una actividad que in-
teracciona con la forestal y, gracias a eso, se potencia-
lizan los recursos económicos, materiales y humanos
con principios de manejo sustentables, interactuando
con los árboles y arbustos en diferentes modalidades
de los SSP (Palma, 2005 y Casasola et al. 2009).
Restauración de suelos degradados
Estudios realizados en Panamá, en suelos
ácidos (pH = 4.6), muestran que la integración de
Acacia mangium en pasturas con Brachiaria humi-
dícola, contribuyó al mejoramiento de la calidad del
forraje de la gramínea y en el aumento del contenido
de fósforo y nitrógeno del suelo, cuando se compa-
ró con el monocultivo de B. humidícola. Durante la
época lluviosa, la presencia de la fauna del suelo, en
especial de las lombrices, fue más alta en suelos con
240 árboles/ha de A. mangium (Velasco 1998).
De acuerdo con este autor un SSP con A.
mangium logró incrementar la materia orgánica, en
forma significativa, en solo cinco años de pastoreo y
la simbiosis de este árbol con los hongos micorrízicos
puede determinar este proceso. Estos sistemas, en
comparación con pastos puros de gramíneas suelen
conservar mejor la materia orgánica en los suelos, es-
pecialmente en suelos ácidos y pobres en nutrientes.
Por otro lado, las interacciones benéficas
que se pudieran presentar con la presencia de los árbo-
les y arbustos de leguminosas en los sistemas de pas-
toreo se traducen, también, en el aumento del reciclaje
de nutrientes por el retorno al suelo de hojas, frutas,
ramas, heces y orina, derivado fundamentalmente por
el incremento de la actividad biológica del suelo.
Alonso (2004) señaló que la macrofauna
del suelo en un sistema silvopastoril leucaena-gui-
nea, se estabilizó en el tiempo con predominio de
anélidos o lombrices que con su actividad favore-
cieron la aeración del suelo y aceleran la descom-
posición de la hojarasca.
Según Lok (2006) los árboles en SSP,
cumplen funciones ecológicas de protección del
suelo, disminuyen los efectos directos del sol, el
agua y el viento. También pueden modificar las
características físicas del suelo como su estructura
(por la adición de hojarasca, raíces y tallos) e incre
mentan los valores de materia orgánica, la capa-
cidad de intercambio catiónico y la disponibilidad
de N, P y K (Betancourt et al. 2005).
Otros estudios señalan mejor aprovecha-
miento de los nutriente del suelo y mayor disponibili-
dad del pasto cuando éstos se encontraron asociados
a especies arbóreas, debido a la mejora de la fertilidad
del suelo y a las condiciones de sombra que se crean
en el agroecosistema (Hernández y Sanchez 2006).
Por otro lado, el efecto de los árboles en la
fertilidad del suelo no solo se debe esperar en las ca-
pas superficiales, sino que esto puede ocurrir en ca-
pas más profunda en la medida que el tiempo de ex-
plotación del sistema aumenta. Carvalho et al. (2003)
señalaron este fenómeno al estudiar un silvopastoreo
de Acacia mangium y Brachiaria decumbens.
Mejoramiento de los recursos hídricos
Entre los resultados benéficos de los siste-
mas con árboles (Ríos et al., 2007) están el mejora-
miento de las micro presas al facilitar la infiltración
del agua y la recarga de los acuíferos. Sin embargo,
el servicio ambiental hídrico es de todos los servicios
ambientales el menos estudiado (Beer et al. 2003).
Algunos estudios señalan que durante una
temporada seca severa en Brasil, la disponibilidad de
agua a una profundidad de 2 – 8 m disminuyó de
380 mm en el bosque a 310 mm en la pastura de-
gradada. La disminución en la disponibilidad de agua
en el suelo de la pastura degradada significa que el
ecosistema almacena menos precipitación respecto
al bosque y existe menor filtración a los acuíferos o
escorrentía sub-superficial a los arroyos en la época
lluviosa. Al final de la época seca el bosque puede
almacenar adicionalmente 770 mm de agua en los
primeros 8 m del suelo comparados con los 400 mm
en la pastura, lo cual significa, que en el paisaje con
dominancia de pasturas la escasez de agua puede
convertirse en un punto crítico especialmente en las
regiones áridas o semiáridas (Nepstad et al. 2002).
Por tales razones, los campos ganaderos
con SSP como árboles dispersos en las pasturas,
bancos forrajeros o cercas vivas, contribuyen a dis-
minuir el impacto de la contaminación de las aguas
(Auquilla, 2005), aumentan su capacidad de reten-
ción en las praderas, ayudan a la infiltración y prote-
gen el suelo, los manantiales y la quebradas.
Otros estudios realizados por el proyecto
GEF-Silvopastoril en Esparza, Costa Rica, muestran
que la escorrentía fue significativamente más alta en
las pasturas degradadas (42%) comparados con los
bancos forrajeros con leñosas perennes (3%), bos-
ques secundarios jóvenes (6%) y las pasturas con
alta densidad de árboles (12%). Esto significa que
los usos de la tierra con alta cobertura arbórea en
las condiciones donde se realizó el estudio son be-
neficiosas para la captura de agua (Ríos et al. 2003).
La implementación de bosques “ripa-
rios”, cerca de ríos, arroyos o tanques de agua,
protegen las fuentes de agua del ganado, mejo-
rando las condiciones biológicas y químicas de la
misma (Cárdenas et. al 2007).
Contribución de los SSP a la
adaptación y mitigación del cambio
climático. Secuestro de carbono y
gases de efecto invernadero
El metano (CH4) es producido por los mi-
croorganismos ruminales durante la fermentación
anaeróbica de los carbohidratos solubles y estruc-
turales consumidos por los rumiantes. Esta situación
hizo que la ganadería esté acusada de contaminar
el medio ambiente. Sin embargo, los rumiantes no
son los culpables sino el sistema de alimentación
que el hombre ha diseñado en las últimas décadas;
fundamentalmente, el monocultivo de gramíneas
mejoradas que fueron seleccionadas para una alta
demanda de fertilizantes químicos y la elevada su-
plementación de cereales, así como los sistemas
extensivos con baja digestibilidad y conversión con
base de gramíneas (Alonso 2004).
by Fausto Bermúdez | Feb 22, 2019 | Notas del Ranchero
“Selecciona tus reproductores basado en buena apariencia bajo condiciones
difíciles en tu rancho”, dice el africano Johann Zietsman.
Publicado en: 31 de Octubre de 2013
Alan Newport
Johann Zietsman tiene una forma muy simple de describir el tipo de vaca y
toros eficientes: él dice que deben verse como 8 libras de azúcar en un saco
con capacidad de 5 lb, un 8 en 5.
En contraste, dice que la mayoría del ganado moderno se ve más como un 9
en 10.
Zietsman puede explicar de forma vasta la fisiología encargada de hacer esto
realidad, pero repasemos su explicación lentamente. Simplemente, el dice que
el ganado que es verdaderamente eficiente en un plano natural de nutrición sin
ser sobrealimentado con energía comprada, tendrá una apariencia gorda y
musculosa. Casi todos los hatos de ganado tienen algunos animales así,
gruesos, con facilidad de conversión alimenticia, pero la gente no se preocupa
por reproducirlos.
Zietsman dice que la naturaleza es a la vez simple y compleja, pero el
ganadero nada más necesita saber las cosas simples.
Zietsman desarrolló una raza de ganado exactamente como la describe. La
llamó “Veldmaster”. Veld en Africa significa “pradera”, por lo que se traduce
como “Maestros de la Pradera”.
Zietsman también es conocido por ser uno de los primeros hombres en el
mundo en practicar y hacerse experto en Pastoreo de Ultra Alta Densidad,
también conocido en Estados Unidos como “pastoreo en manada”.
El dice que el manejo del pastoreo y del ganado son críticos para una
ganadería rentable. Se ha probado que las altas cargas animales sustentables
son el principal factor para alcanzar la rentabilidad. El ganado que pueda
tolerar esas condiciones con un mínimo de insumos y aún así alcanzar una
reproducción eficiente es componente clave para la cosecha del forraje.
Pero para reiterar su punto sobre la simplicidad, Zietsman dice que aún sin
saber nada sobre los animales más que el sistema de pastoreo y alimentación,
la apariencia más llena y musculosa es todo lo que necesitas saber.
También, esos animales serán mucho más bajos en estatura, más cortos de
piernas y con estructura corporal más pequeña que el ganado que la mayoría
de la gente selecciona y prefiere hoy en día.
De joven, Zietsman, estudió con el Sudafricano Jan Bonsma y está
ampliamente de acuerdo con sus apreciaciones visuales, sin embargo, él
reitera que los signos visuales de un buen rendimiento (apariencia bien llena)
del animal en su ambiente natural es el principal y más importante criterio de
selección.
Zietsman usa el termino “más lleno” y “más redondo” cuando discute lo que a él
le gustaría ver en muchos animales. En la mayoría de los casos ni los toros ni
las vacas están presentando la conversión alimenticia que indica la alta
eficiencia y buena adaptación en sus condiciones medioambientales.
Dice que cuando comenzó a cambiar su hato Beefmaster hace cerca de 30
años, para reducir el tamaño corporal y agregando genética nativa Africana, su
objetivo era desarrollar un biotipo más pequeño, más rústico que pudiera
prosperar en sus pastos y que fueran resistentes a parásitos y enfermedades.
Produjo un animal cárnico, más pequeño y más pesado, con una mayor ingesta
relativa a su tamaño. Esta es una descripción clave en la ciencia detrás de su
razonamiento. De forma sencilla, sin embargo, necesitaba y desarrolló un
animal que pudiera cosechar una gran cantidad de forraje verde en un periodo
corto de tiempo y usarlo para ganar peso y reproducirse.
El problema con vacas de tamaño corporal grande es que requieren más
energía para el mantenimiento de su organismo y solamente después que
estos requerimientos son completados ganarán peso. Incluso, esos animales
grandes pierden peso más rápido en condiciones difíciles.
A cambio, dice que los productores de carne que desean ser rentables
deberían seleccionar a edad temprana animales más bajos, más pesados y
más precoces.
“Perdí mi hato hace 11 años y volveré a criar un hato de nuevo. He pensado
mucho sobre eso y puedo hacerlo muy rápido” dice Zietsman. “Lo que me tomó
30 años la primera vez, ahora lo puedo hacer en 3 o 4 años”.
“Lo que voy a hacer, y le estoy sugiriendo a mucha gente que lo haga, es
comprar tantas novillonas (comerciales) como pueda, en el momento adecuado
empadrarlas por 21 días y las que se preñan se quedan, el resto se desechan.
Es necesario usar un muy buen toro en esas novillonas.
“Piensa en esto ¿qué otro criador tiene la habilidad de ser tan estricto en
términos de selección?. Es imposible.
Este es su proyecto. Toros gruesos, de tamaño corporal pequeño, empadrando
novillonas de 14-15 meses de edad, de preferencia bajas y pesadas, bajo lo
que Zietsman llama “condiciones difíciles” en una ventana muy corta de tiempo.
Eso forzará a que la crema suba a la superficie. Como la reproducción es la
ultima en la lista de prioridades de los animales como el ganado, todo lo demás
debe estar en orden para que esto pueda suceder.
Además, Zietsman dice que es la mejor forma de producir tus propios toros.
“Usar toros criados en casa es algo muy bueno” dice Zietsman,
“particularmente si tienes vacas de buen tamaño y tienes la confianza en que la
genética que tienes es la adecuada para tus condiciones ambientales. ¿A
donde más puedes ir y confiar en que los toros que seleccionas son los mejor
adaptados a tus condiciones?. Es poco probable con los criterios de selección
usados actualmente”.
Escribiremos más a detalle sobre las ideas de selección y crianza de Johann
Zietsman en el Beef Breeding de Febrero.